domingo, 4 de abril de 2010

ΧΡΙΣΤΟΣ ΑΝΕΣΤΗ!

Το κερί της βλάχας (Γεώργιος Ιακωβίδης, 1853-1932)


Χριστός Ανέστη!


La Pasión Griega
σας εύχεται

Χρόνια Πολλά!




Una de las celebraciones de la Resurrección de Cristo más llamativas de toda Grecia es la denominada ρουκετοπόλεμος (ruquetopólemos o guerra de cohetes) que tiene lugar en la isla de Jíos. El origen de esta singular tradición lo encontramos en la época de la ocupación otomana y consiste en una "batalla" de cohetes entre las parroquias de San Marcos y de la Virgen Ericianís, o "Virgen Roja", en la localidad de Vrontados, a pocos kilómetros de la capital de la isla. El objetivo es que los cohetes alcancen el campanario de la parroquia contraria.

Antiguamente, esta "batalla" entre las dos parroquias se llevaba a cabo con armas de la época, que los lugareños denominaban "surtada", e incluso con cañones traídos de los barcos que, cargados de material bélico, atracaban en la isla en aquellos tiempos. La tradición, sin embargo, fue prohibida por los ocupantes turcos que temían una posible sublevación, puesto que la "batalla" iba tomando cada año mayores dimensiones. Los habitantes de la isla no tardaron en encontrar una solución para seguir con su tradición: sustituir las antiguas armas y los cañones por cohetes de pirotecnia.

Así pues, cada año, Vrontados reúne a una cantidad mayor de visitantes, griegos y extranjeros, que pasan los días de la Pascua en la isla con el objetivo principal de asistir a esta tradición que ya se ha convertido en un espectáculo conocido en todo el mundo.



Guerra de cohetes en Jíos




En el extremo occidental de país, en la isla de Corfú, las tradiciones y celebraciones de la Pascua acusan también la influencia de los antiguos ocupantes (en este caso, venecianos). En la mañana del Sábado de Gloria, durante la denominada Primera Resurrección, los habitantes de la antigua ciudad de Corfú arrojan desde sus ventanas y balcones tinajas, jarros y ánforas de cerámica llenos de agua, compitiendo además entre ellos para ver quién lanza el recipiente de mayor tamaño.

Hay quienes ven en esta tradición la influencia de la antigua costumbre veneciana de arrojar por las ventanas, el día de Año Nuevo, toda clase de objetos viejos e inservibles como símbolo de renovación. También se dice que la costumbre de lanzar recipientes cerámicos por ventanas y balcones representa el enfado de los corfiotas por la traición de Judas a Jesús. Por último, no faltan los que aseguran que el origen de esta tradición hunde sus raíces en la época de la Grecia Antigua cuando, al final del invierno, los griegos organizaban enormes estruendos, lanzando al suelo toda clase de objetos, con el objetivo de despertar a Perséfone para que adelantase la llegada de la primavera.




Corfú - Primera Resurrección
Lanzamiento de recipientes