sábado, 22 de diciembre de 2012

CADA NAVIDAD JUNTO A TI



Dimos Anastasiadis - "Cada Navidad junto a ti"


miércoles, 19 de diciembre de 2012

"ISMENE" DE YANNIS RITSOS

Yannis Ritsos - "Ismene"
Traducción de Selma Ancira
(Acantilado. Barcelona, 2012)
96 páginas - 16,00 €


Manuel de la Fuente. Madrid

Yannis Ritsos nació un Primero de Mayo. Quizá esa fecha tan señalada para el movimiento obrero y la Internacional fueran una profecía, un augurio de lo que serían la vida y parte de la obra de este gran poeta griego entregadas a la causa comunista, lo que le valió amargas temporadas en prisión.

Ritsos vio la luz en 1909 en una pequeña ciudad del Peloponeso en una familia de terratenientes, pero que se estaba viniendo abajo económica y humanamente. Su madre y su hermano murieron cuando Yannis tenía doce años, y su padre acabó preso de la locura.
Yannis Ritsos perteneció, como Odysséas Elýtis, a la llamada en Grecia Generación del 30, que se correspondería con la del 27 española, aunque cronológicamente, tanto Ritsos como Elýtis estuvieran más cerca de la del 36, la de Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco y Dionisio Ridruejo. Elýtis nunca se mezcló en política, tal vez por ello sí consiguiera el Premio Nobel (1979), galardón al que Ritsos fue candidato en numerosas ocasiones sin conseguirlo, aunque sí obtuvo el llamado Nobel comunista, el Premio Lenin.


El «Tractor» comunista

Yannis Ritsos solía decir que la poesía pocas veces tiene la última palabra, pero que casi siempre tiene la primera. Y sus primeras poesías llegaron pronto, cuando a los veinticinco años publicó «Tractor», su primer libro. Un título que huele, evidentemente, a realismo socialista, ya que desde tres años antes de esta publicación, en 1931, Ritsos ya era miembro del Partido Comunista Griego. Pero la obra de Yannis como la de Elýtis es fundamental para la renovación de la poesía griega del siglo XX. Asimilaron las vanguardias, bebieron del surrealismo, y recrearon los mitos de la Grecia clásica con tintes de modernidad.

Yannis Ritsos también escribió prosa, teatro y fue excelente traductor del ruso (Maiakovski) y del español (Neruda, Nicolás Guillén). Dentro de su mundo poético, además de títulos trascendentales como «Grecidad» y «Sonata del claro de luna», ocupan un lugar muy destacado sus bellísimos monólogos, en los que traslada el mundo mítico de la tragedia griega a un escenario contemporáneo.

Uno de ellos es «Ismene», hija del incesto entre Edipo y Yocasta, su madre. En esta bellísima edición (como suele ser habitual en Acantilado) bilingüe con extraordinaria traducción (otra habitual tradición de esta editorial) de Selma Ancira nos encontramos al poeta griego en su total esplendor.

Es difícil escribir o reescribir la vida y milagros de aquellos dioses del firmamento heleno, y más aún es ligar con trabazón contemporánea su mitología, una de las columnas sobre las que se asienta la civilización occidental. Imaginen, por ejemplo, algunos capítulos o episodios de la Biblia reinterpretados por un poeta genial, aquel imposible, aquella utopía de la Biblia en verso. Yannis Ritsos lo borda con su lírica. La tragedia, seres más allá de lo humano pero que sufren como mortales, victoria y derrota, grandeza y traición, violencia y venganza.
Yannis Ritsos consiguió el milagro de escribir sobre dioses con los versos más humanos, de escribir sobre héroes y reyes con la libertad y la pasión del rebelde.


Yannis Ritsos «Ismene» (fragmento)

Si me quitara todas las pulseras, si por la noche
dejara sueltos mis cabellos,
si desatara los cordones de mis sandalias y, sobre
todo, si me quitara
estos pesados collares que me aprietan la garganta
como argollas,
apuesto a que saldría volando, me volatilizaría. No
quisiera.
Quizá por eso los uso. De alguna manera
me fijan,
aunque con frecuencia me estorban; —aun en sueños
los llevo puestos, como si fuera
un perro al que yo misma he atado frente
a una puerta caída.


Desde: abc.es



Pueden descargar un fragmento de la obra haciendo click aquí


sábado, 15 de diciembre de 2012

JANA TZIVELEKI

Café de Levante. Zaragoza

Con frecuencia olvidamos que la palabra fotografía significa, más o menos, escribir o dibujar con la luz o a través de ella. Y la artista ateniense Jana Tziveleki utiliza la luz de forma exitosa para captar la realidad en la que vive, para interpretarla y, finalmente, entregarla –ya convertida en obra de arte- al observador. Sus fotografías, poseedoras en la mayoría de los casos de un intenso magnetismo, albergan casi siempre una historia -pasada, actual o por llegar- bien definida o apenas insinuada: las arrugas de una sábana, las ventanas de un hotel, la solitaria taza sobre la mesa de un café o un avión en el proceso anterior a su despegue, invitan al espectador a interrogarse sobre lo que ha ocurrido y, lo que es mejor, se convierten en disparadores de la imaginación de quien observa, concediéndole la oportunidad de crear en su mente una nueva historia.

Cielo. Zaragoza

Admiro la sensibilidad especial de Jana para captar todo aquello que a la mayoría de los mortales se nos escapa, para apreciar el detalle y capturar instantes únicos e irrepetibles. Me fascinan su tratamiento de los contrastes, su dominio del elemento tiempo y su poética de la imagen. Tziveleki confiere a través de sus imágenes y, también, de sus palabras alma y sentimientos a los objetos más insospechados: los bancos de un parque esperan, las estatuas descansan y hasta las marcas de pintura que delimitan sobre el asfalto un espacio para el aparcamiento de vehículos se impacientan ante la tardanza de unos neumáticos que les procuren compañía.

Escaparate. Zaragoza

Esperando

No es del todo cierto que una imagen valga siempre más que mil palabras. Jana Tziveleki lo demuestra en su serie de fotografías con frases (con versos, diría yo, puesto que bien podríamos calificar esas obras como fotopoemas).  No hay más que imaginarlas sin las frases que las acompañan para comprender la necesidad y  el acierto de Jana al añadir esas pocas letras –las justas- como brillante colofón a cada una de las fotografías de la serie.

El tiempo que queda

Un día de estos

ser / estar

Salvo excepciones, la ausencia de la figura humana es una constante en las fotografías de esta artista griega; y es precisamente esa ausencia la que proclama a gritos la presencia del elemento humano en cada obra. Tziveleki juega de nuevo con el observador de sus obras, a quien no le queda otra que dirigir el pensamiento hacia los cuerpos ausentes de una cama vacía, a la mujer melancólica que tomó su café en el zaragozano Café de Levante o a los habitantes del barrio natal de la artista que fallecieron mientras ésta se encontraba residiendo en España. Es Jana Tizveleki creadora de una obra no exenta en absoluto de ideas, pero en la que existe un predominio apabullante de los sentimientos sobre aquéllas. Convendrá, pues, tener muy presente el nombre de Jana Tziveleki, que muy probablemente estará presente en futuros acontecimentos artísticos en Grecia y en España.

Sexo
Fotografía, tríptico, Espacio de ArtEfímere. Córdoba, octubre 2012

Cordón umbilical

Jana (pronúnciese, aproximadamente, Yana) Tziveleki nació en Atenas y allí estudió Edición de Imagen y Sonido. También fue en la capital griega donde, durante varios años, realizó sus primero trabajos en el sector audiovisual. Tras su llegada a España, realizó varios cursos relacionados con las artes. Jana considera que fue uno de esos cursos, dirigido por la artista Lina Vila, el que le impulsó definitivamente a dedicarse a la creación artística, que en su caso incluye, además de la fotografía, el diseño gráfico, el vídeo art, la creación literaria (relatos y microrrelatos) y la presentación de varios programas radiofónicos tanto en Grecia como en España. 

A pesar de residir actualmente en su país de origen, Jana Tziveleki presenta indistintamente sus obras en ambos países. Recientemente ha sido invitada a exponer sus obras en el Espacio de ArtEfímere, en Cordoba; en el Opening Expo the flat, en Atenas, o en el Certamen de Arte Ambulante de Madrid, entre otros.

Estatuas

Como si todo fuera bien

Se ha perdido ilusión
Certamen de Arte Ambulante. Madrid, noviembre 2012



El blog de Jana Tziveleki:

      

ATANDO CABOS



Pedro Olalla. Atenas

En los casi tres años de "crisis" y "rescates" en Grecia, las únicas "medidas" que han conseguido realmente su "objetivo" son las encaminadas desde el primer momento a abaratar el mercado de trabajo, a desmantelar los servicios públicos, a hacer retroceder las conquistas sociales, a debilitar las estructuras democráticas y a favorecer el trasvase de los bienes comunes a manos privadas. No es ironía, es la triste realidad: es la evidencia de que todas las acciones de quienes hoy gestionan esta "crisis" no van encaminadas a ponerle fin sino a sacar de ella el máximo provecho en beneficio propio.

El resultado está siendo el expolio incesante e impune de un pueblo y un país en nombre de una controvertida "deuda": en lo laboral –rebajando salarios y derechos y haciendo galopar el paro y la precariedad–, se ha conseguido ya que el "mercado" esté lleno de gente dispuesta a hacer cualquier cosa por un bocadillo; los servicios públicos –dinamitados premeditadamente por el clientelismo político y por una administración irresponsable– corren ahora a manos de corporaciones privadas ávidas de hacerse con su prometedora gestión; la pérdida de conquistas sociales arroja cotidianamente imágenes de despedidos sin derecho al subsidio, de jubilados hurgando en la basura, de hospitales sin gasas, de farmacias sin medicamentos y de desesperados quitándose la vida; la Democracia ha presenciado miles de movilizaciones en su nombre sofocadas con armas químicas y abultados dispositivos de represión antidisturbios, ha conocido un presidente de gobierno impuesto por los acreedores, está representada por diputados que no se atreven a circular entre los ciudadanos, y asiste cada día a un parlamento donde los "compromisos internacionales" marcan la pauta de gobierno por encima y en contra de los derechos y las necesidades del pueblo y faltando a los principios constitucionales; y, por último, el trasvase de bienes comunes a manos privadas sigue implacablemente su curso, orquestado desde el "Fondo Helénico de Desarrollo de Activos", una sociedad anónima de derecho privado regida por tecnócratas del ámbito financiero y empresarial y encargada de ejecutar el mayor programa de privatizaciones que actualmente se realiza en el mundo.

Como telón de fondo, un informe titulado "Cretan Gas Fields – Α new perspective for Greece's hydrocarbon resources", elaborado por reconocidos expertos para el banco de inversión Pytheas, presenta evidencias científicas que apuntan a la existencia de enormes yacimientos de hidrocarbonos en aguas del sur de Creta. Según Petroleum Geo-Services, compañía noruega líder en la investigación de mercados petrolíferos, la cuenca del sur de Creta "es equivalente" a la llamada "Cuenca Levantina", la cual, de acuerdo con los datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), contiene al menos 3,45 billones de m3 de gas natural y 1.700 millones de barriles de crudo. Sobre el tema de estas prometedoras reservas energéticas en territorio europeo pesa un discreto silencio, aunque, a finales del pasado mes de noviembre, el Deutsche Bank evaluaba la posibilidad de que las deudas de Grecia fueran cubiertas con los beneficios de las futuras extracciones.

¿A quién irá a parar esta riqueza? ¿Podrá un país vendido a sus acreedores mantenerla como su patrimonio? ¿No está siendo la deuda un arma de conquista y de sometimiento más poderosa que la propia guerra? A veces, una lectura de los hechos puede ser tan perfectamente coherente como perfectamente falsa. Ésta, de momento, parece coherente: ojalá los hechos lleguen a demostrar que es falsa.




miércoles, 12 de diciembre de 2012

UTOPÍA EN EL HORIZONTE



En mayo de 2011, centenares de miles de griegos irrumpieron en la Plaza Sintagma en Atenas para protestar contra la liquidación de su país, de sus derechos laborales y de sus medios de subsistencia a las corruptas elites nacionales y los intereses financieros en el extranjero.

En cuestión de días, un campamento de protesta fue creado -- organizado bajo los principios de democracia directa, autogestión y ayuda mutua -- proporcionando una vislumbre de utopía en medio de una devastadora crisis financiera, política y social. El 28-29 de Junio, durante una votación parlamentaria sobre nuevas medidas de austeridad, el estado finalmente respondió con fuerza brutal, eventualmente desalojando a los manifestantes de la plaza y aplastando el potencial radical de su experimento social.

Un año más tarde, Leonidas Oikonomakis y Jérôme Roos -- investigadores en el Instituto Universitario Europeo y coautores del blog activista ROARMAG.org -- regresaron a Atenas para hablar con activistas involucrados en el movimiento y la ocupación de la Plaza Sintagma, así como el héroe de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial, Manolis Glezos. Lo que sigue es este retrato dramático de un país al borde del colapso; y de las personas que decidieron luchar para construir un mundo nuevo sobre viejas ruinas.

"Utopía en el Horizonte" 

Presentado Por: 
* Reflections on a Revolution (ROARMAG.org) 

 Fue Posible Gracias A: 
* Syntagma Multimedia Team (MINDTHECAM.net) 

 Una Producción De: 
* Descuadro Producciones (DESCUADRO.com) 

Testimonios: 
* Maria Kanellopoulou 
* Dimitris Timpilis 
* Niki Dimitriadi 
* Manolis Glezos 

 Dirección: 
* Jérôme Roos *
 Leonidas Oikonomakis 

 Producción: 
* Jérôme Roos 
* Andrés Cornejo 

 Edición: 
* Andrés Cornejo 

 Diseño de Sonido: 
* Benjamin Schimpke 

 Música Adicional: 
* OddOne Studio 

 Asistente de Produción: 
* Tamara Van Der Putten 

 Tomas de Archivo: 
* Syntagma Multimedia Team 

 Guión: 
* Jérôme Roos 
* Andrés Cornejo 
* Leonidas Oikonomakis 

 Traducciones: 
* Leonidas Oikonomakis 
* Yorgos Goumas 
* Maria Pafili 
* Tamara Van Der Putten 
* Santiago Carrión 
* Pedro Noel 

 Música: 
* Maria Kanellopoulou (soprano) - 'Astron Ouranion' 
* Maria Kanellopoulou (soprano) - 'Pace Pace Mio Dio' 
* Nikolas Asimos - 'Den Pa Ma Nas Xrypan' 

 Agradecimiento Especial A: 
* Christos Staikos 
* Manos Cizek 
* Geoff Arbourne 
* Manolis Foinikianakis 
* Nikolas Leventakis 
* Boumba Dimitrokali 
* Felipe Maqui 
* Gorka Molero 
* Stavris Chatzivasiliou 
* Tamara Van Der Putten 
* Ike Krijnen





domingo, 9 de diciembre de 2012

ESMIRNA, MADRE, SE QUEMA

Ovide Curtovich - "La Destrucción de Esmirna" (1922) 
Óleo sobre lienzo - Museo Benaki (Atenas) 

Son muchos los actos culturales que se están celebrando en toda Grecia durante el presente año 2012 con motivo de los 90 años de la Catástrofe de Esmirna, también conocida como Catástrofe de Asia Menor, acontecimiento histórico considerado por muchos como el más triste de la moderna historia del país. La destrucción de Esmirna supuso para los griegos el desmoronamiento definitivo de la Gran Idea y el final de tres mil años de presencia helénica en las tierras de Asia Menor. 

Personalmente, siempre que escucho alguna referencia o leo algún texto relacionado con aquellos hechos, me viene a la memoria una canción de Apóstolos Kaldaras titulada Η Σμύρνη (Esmirna). El tema fue compuesto en 1972 para un ciclo de canciones que lleva por título Μικρά Ασία (Asia Menor) y lo interpretó originalmente el cantante Yorgos Dalaras. En el siguiente vídeo pueden escuchar la canción en las voces de los alumnos de la Escuela de Música de la ciudad de Volos, ante la presencia del propio Dalaras.
       

Esmirna - Escuela de Música de Volos 
Letra: Apóstolos Kaldaras -  Música: Pizagóras


Esmirna, madre, se quema; se quema también nuestra vida.
Nuestro dolor es inenarrable, indescriptible es nuestra pena.

Greciedad, Greciedad, ya no encontrarás la calma. 
Un año vives en paz y treinta te consumes en el fuego.

Esmirna, madre, se pierde; se desvanecen nuestros sueños.
Quien a los barcos se agarra, lo golpean los amigos.

Greciedad, Greciedad... 


1922 - 2012
90 Años de la Destrucción de Esmirna 


Para saber más:


jueves, 6 de diciembre de 2012

PEDRO OLALLA: ¿POR QUÉ GRECIA?

Pedro Olalla: ¿Por qué Grecia?

Conferencia audiovisual de Pedro Olalla sobre la importancia del elemento griego en la conformación de la cultura. Pronunciada en la "X Jornada Clásica de Sagunto" (Sagunto, España, 17/11/2012), en un clima marcado por la nueva reforma educativa española, que reduce la presencia de las humanidades y, en especial, el estudio del latín y del griego.



domingo, 2 de diciembre de 2012

"EL HILO DE ARIADNA", DE CABALLERO BONALD

Evelyn de Morgan - "Ariadna abandonada en Naxos"



El hilo de Ariadna


Posiblemente es tarde, pero ¿cómo
poder asegurarlo
mientras Hortensia canta y no se oye
más que su grito de musgosa
lascivia y alguien
habla con alguien de la conveniencia
de acostarse borracho?
                                
De repente
se desató la cinta, vuelto
hacia el espanto de la lámpara,
el acezante cuerpo,
y en lo tenso del vientre vi
la cicatriz, no producida
sino por el rencor contra ella misma
con algún instrumento
preferentemente cortante.



Vaho
de alcohol y de tabaco te esmalta
el rostro bruno, Hortensia, dime,
¿hacemos algo aquí que nos impida
quedarnos juntos
hasta que ya no sea tarde?



En vano hubiese preferido
no mirar. Movible cuerpo y sin embargo
exangüe, desplazaba
sus ya finales contorsiones
en medio de la pista. En vano
hubiese sido huir y no
por reencontrarnos. Pechos
como luciérnagas, tenues, punzantes
por las crestas no lácteas, ¿ quién
iba a atreverse a interrumpir
su equidistante brevedad, desnudos
como estarían luego en el amanecer
del trópico ?



Hortensia, amor mío, nadie
te va a arrastrar si tú no quieres
desesperadamente que lo haga.



Playa de Naxos, la mayor
de las Cícladas, ya a lo lejos
reverberando entre los barracones
del batey y el bullicioso verde
del manglar, confundida ahora
con otros libres turnos litorales
donde ni tú ni yo nos conocíamos.
Abandonada por Teseo, ¿ibas
a despeñarte tú, rebelde por instinto
como tu padre negro apaleado
en Key West (Florida)?



Si pudiera
reconstruir un solo
rincón de aquella playa
sin salida posible, si pudiera
volver al sitio aquel, reconocer
la cerrazón de la cabaña, andar
a tientas hasta el último
recodo del silencio, ¿oiría
algo distinto a la fricción
de unas piernas con otras, al barrunto
de alguien aproximándose
en lo oscuro? ¿Vería
aún desde allí, ya en el terrado
de Sanlúcar, asiéndome
al parteluz de la ventana, el bulto
azul de los faluchos y, más cerca,
la agitación de las fogatas
que encendían los sigilosos
areneros?



Imágenes sin ojos
pasan con más tenacidad que el giro
extenuante del recuerdo. Hortensia,
hija de Minos, no
es tarde todavía, ven, veloces
son las noches que hemos vivido ya:
aún estamos a tiempo
de no querer salir del laberinto.



José Manuel Caballero Bonald (1926)
(Premio Cervantes 2012)




sábado, 1 de diciembre de 2012

EL NECESARIO DESPERTAR DEL SUR DE EUROPA


Fotografía: AP / Kostas Tsironis

"Las condiciones que hoy se imponen a Grecia son mil veces más duras que las que se impusieron a la Alemania nazi". La periodista Teresa Yusta entrevista a Pedro Olalla  en el programa "Hágase la luz" de Radio Euskadi.








miércoles, 28 de noviembre de 2012

PETROS MÁRKARIS: "ESPAÑA ESTÁ COMO GRECIA HACE DOCE MESES"


Petros Márkaris (Estambul, 1937)

Marta Caballero

Al monstruo que recorre Europa hoy se lo conoce Petros Márkaris (Estambul, 1937) de arriba abajo. Sabe muy bien que esto tenía un guión y, como su detective y protagonista de sus libros, en esta ocasión de una trilogía sobre la crisis, conoce cuáles están siendo sus consecuencias. La segunda entrega,Liquidación final, que publica en España Tusquets, comienza con la viva imagen de lo que está siendo la crisis ahora en España y de lo que fue en el país en el que reside, Grecia, hace algún tiempo ya: los suicidios ante la desesperación económica. Hace no demasiado, todo esto nos sonaría a novela negra, que es el género en el que se mueven Márkaris y su Kostas Jaritos, pero por desgracia la escena tremebunda con la que arranca su libro es hoy carne de telediario: suicidio colectivo de cuatro jubiladas que, primero, sufrieron un recorte en la pensión; después, tuvieron que buscar un médico privado para conseguir sus recetas, porque los de la pública estaban en huelga; y, finalmente, se quedaron sin medicinas, pues en la farmacia no se las despachaban porque la Seguridad Social les debía dinero.

Las cuatro señoras, se lee en la nota ficticia que reproduce Márkaris, eligieron morir al percatarse de que eran una carga "para el estado, para los médicos y para la sociedad entera". Helador. Quien tildó a este escritor de agorero sabe hoy que esto está pasando también aquí y más en Grecia, convertida hoy en un muerto viviente, en un cadáver a punto de ser arrojado a la morgue europea. "Qué más nos queda por ver", pregunta retóricamente un personaje al contemplar la estampa de las mujeres muertas. En un hotel de Madrid, de esos de recibidores en los que pasa la crisis, por los que pasean hombres con turbante y mujeres envueltas en pieles, Markaris responde: Aún queda, queda mucho.

De hecho, en el libro que ahora ve la luz hay que retrotraerse a un segundo estadío de la crisis: la vida se ha tornado más abrupta que en la primera novela pero aún no se palpa la desesperación generalizada que hoy existe en Grecia. La cita que abre el libro reza: "Grecia es un enorme manicomio". La pronunció el político Konstantinos Karamanlís, tío del ex primer ministro griego, que también gobernó el país, pero en los 70. Márkaris la explica:

- Karamanlís llegó al poder en 1975, fue el primer ministro tras la caída de la dictadura. Aunque era un político de derechas, intentó darle al país su primera constitución democrática, abolió la pena de muerte e integró a Grecia en el mercado económico europeo. Nunca le voté pero era un tipo muy listo. Al final de su mandato estaba tan desesperado con la resistencia a su política que acabó pronunciando esa frase. Hoy, más que un manicomio, Grecia es un país desesperado por encima de todas las cosas. Los griegos estamos enloqueciendo porque todo está cambiando radicalmente. En los 70 no, pero hoy sí hay motivos para la locura. Las señoras que se suicidan al comienzo del libro sufren lo que está pasando también en España: los recortes primero fueron al estado de bienestar, luego a la educación y finalmente a la cultura. Este es el procedimiento estándar, también en Alemania. Y Grecia empeora cada vez más, cada 15 días hay farmacias que no pueden dar medicinas a los jubilados o a los trabajadores porque la Seguridad Social no les reingresa el dinero de las recetas.

Cuando se lee a Márkaris, cuya escritura, por lo gráfico, es deudora del cine (no en vano fue guionista de Angelopoulos), el lector tiene la sensación de asistir a un documental rodado en tiempo real. Ha tenido la valentía de hacer literatura del presente, de escudriñar la crisis con el género negro como arma. En España, se le cuenta al escritor, casi nadie en narrativa ha tenido esa osadía. ¿Le están ayudando a él sus libros a explicarse lo que ha pasado y lo que está sucediendo hoy, tema que abordará en la casi culminada última parte de su trilogía?

Intento hacer entender dos cosas a la gente. La primera es que viven una vida desesperada y que deben entender por qué sufren; y la segunda es que lo que los políticos les están diciendo no es la verdad. En el último libro de Kostas Jaritos, que actualmente estoy terminando, tampoco hay lugar para la esperanza, porque si tuviera que dar una perspectiva esperanzadora tendría que empezar una trilogía nueva. Y entonces, quizás, en el tercer libro de nueva saga, acabaría encontrando algo de esperanza.

Si bien en la primera entrega Márkaris se centró en la perfidia de las grandes corporaciones bancarias y en cómo sus trampas empezaron a salpicar a los ciudadanos en el contexto de la Grecia preolímpica, en esta ocasión el libro otorga protagonismo a los individuos que de forma unilateral empezaron a sacar provecho de la crisis y de sus propios paisanos. Es más grave el asunto ahora, ¿no?

- Puede ser, creo que da esa impresión porque la vida en la segunda novela es más difícil que en la primera. Cuando escribí aquella, los griegos no estaban tan mal. La crisis se percibía pero en este libro Atenas es ya la ciudad oscura en la que se ha convertido hoy.

Y tan oscura, la narración es de una consternación y de un pesimismo que aquí todavía no somos capaces de imaginar, aunque nos va sonando. "Se desaconseja imitar los hechos narrados en esta novela", advierte el autor al comienzo. Márkaris asegura haber visto la viva imagen de Grecia en Sevilla el pasado mes de mayo, cuando se percató de la cantidad de gente que no tenía un techo bajo el que guarecerse. "España ya no está como Grecia hace cuatro años, está como Grecia hace 12 meses", sentencia tras haberse paseado por Madrid. Y en este mes de noviembre, ¿cómo está su país? ¿Qué imagen podría alegorizar la situación actual? Márkaris vuelve a helar cuando describe la pesadilla:

"Me despierto de madrugada, casi cada noche, entre las 3 y las 4 de la mañana, por un ruido terrible que oigo. Son inmigrantes rebuscando entre la basura para comer. Lo hacen por la noche para que no les vean los grupos de neonazis. Luego paran y vuelvo a dormirme, pero a las 6 me despierta el mismo ruido: son mis paisanos, los griegos, que aprovechan que las calles están desiertas, porque les da vergüenza buscar alimento en los contenedores.

Y a Kostas Jaritos, ese personaje chapado a la antigua, ralentizado y malhumorado, justo, perspicaz y comprometido que, se empeña en recordar, no es su alter ego sino los retales de varias personas conocidas. A él y a su familia, ¿Qué vida les espera?

- Jaritos ve a Atenas de la misma forma que yo. Mi hija me recuerda que se aburre de escucharnos las mismas bromas a los dos, pero somos diferentes. Su vida familiar es muy distinta a la mía, es mucho más parecida a la de mis padres. De hecho, su relación con su esposa es muy similar a la que tenían ellos. ¿Su futuro? Será más difícil en el siguiente libro, pero allí sucederá algo insólito. La esposa de Jaritos, Adrianí, la típica ama de casa griega y una mujer práctica que ya ha pasado por vicisitudes en la vida, reacciona y aprende a adaptarse.

- En el fondo, reaccionar es lo que nos queda.
- Sí, efectivamente, la gente tiene que aprender a reaccionar ante esta situación. Pero no de forma generalizada, cada grupo debe hacerlo a su manera. Adrianí no puede rebelarse de la misma manera que lo hace Katerina o la gente joven. Este será el tema principal de mi próximo libro. Si hay algo parecido a un mensaje esperanzador es que la gente va a llegar a un punto en el que sabrá que debe reaccionar.



Petros Márkaris - "Liquidación final"
Tusquets Editores
(Barcelona, 2012)
344 páginas - 19,00 €


Enlaces:
Márkaris bucea en el manicomio griego




lunes, 26 de noviembre de 2012

EL ACADÉMICO Y HELENISTA FRANCISCO RODRÍGUEZ ADRADOS GANA EL PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS


Francisco Rodríguez Adrados
(Fotografía: Efe/Esteban Cobo)

Experto en filología griega, el jurado destaca del profesor salmantino sus valiosas incursiones en la lingüística y en el estudio indoeuropeo.

Francisco Rodríguez Adrados ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2012. Concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y dotado con 40.000 euros, el premio distingue el conjunto de la labor literaria de un autor español cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual escrita en cualquiera de las lenguas españolas.

Según ha explicado el Ministerio en una nota de prensa, el jurado ha valorado «la obra científica del profesor Rodríguez Adrados, centrada en la Filología griega, con valiosas incursiones en el campo de la Lingüística y, en particular, en el estudio del indoeuropeo y del sánscrito. Sus aportaciones lingüísticas (lexicografía y gramática) son mundialmente reconocidas, así como sus rigurosos ensayos literarios sobre la tragedia, la fábula y otros géneros de raíz helénica. Su obra es también la de un humanista que bebe en las mejores fuentes y que es, a la vez, una de las voces más autorizadas en Europa como defensor de las Humanidades clásicas».

Biografía
Francisco Rodríguez Adrados (Salamanca, 1922) es doctor en Filología Clásica por la Universidad de Madrid y catedrático de Filología Griega en la Universidad de Barcelona y en la Universidad Complutense de Madrid. Es presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos y de la Sociedad Española de Lingüística. También es miembro de la Academia de Atenas, de la Academia Argentina de Letras y de la Academia de la Historia. Ocupa el sillón d de la Real Academia de la Lengua.

Lingüista y traductor, sus trabajos se han centrado especialmente en la lexicografía, las traducciones, la literatura y el pensamiento griego, la lingüística indoeuropea y griega, y la lingüística en general. Entre sus aportaciones al campo de la traducción cabe citar las versiones al castellano de la prosa de Tucídides y de Aristófanes.

Es director de las revistas «Emérita» y «Revista Española de Lingüística», de la colección de clásicos griegos y latinos «Alma Mater» que publica el CSIC. Colabora en los diarios ABC y El Mundo. Dirige el proyecto de elaboración de un diccionario de griego clásico y medieval por el que recibió el Premio de la Fundación Aristóteles Onassis en Atenas en 1989.

Desde: abc.es