miércoles, 28 de noviembre de 2012

PETROS MÁRKARIS: "ESPAÑA ESTÁ COMO GRECIA HACE DOCE MESES"


Petros Márkaris (Estambul, 1937)

Marta Caballero

Al monstruo que recorre Europa hoy se lo conoce Petros Márkaris (Estambul, 1937) de arriba abajo. Sabe muy bien que esto tenía un guión y, como su detective y protagonista de sus libros, en esta ocasión de una trilogía sobre la crisis, conoce cuáles están siendo sus consecuencias. La segunda entrega,Liquidación final, que publica en España Tusquets, comienza con la viva imagen de lo que está siendo la crisis ahora en España y de lo que fue en el país en el que reside, Grecia, hace algún tiempo ya: los suicidios ante la desesperación económica. Hace no demasiado, todo esto nos sonaría a novela negra, que es el género en el que se mueven Márkaris y su Kostas Jaritos, pero por desgracia la escena tremebunda con la que arranca su libro es hoy carne de telediario: suicidio colectivo de cuatro jubiladas que, primero, sufrieron un recorte en la pensión; después, tuvieron que buscar un médico privado para conseguir sus recetas, porque los de la pública estaban en huelga; y, finalmente, se quedaron sin medicinas, pues en la farmacia no se las despachaban porque la Seguridad Social les debía dinero.

Las cuatro señoras, se lee en la nota ficticia que reproduce Márkaris, eligieron morir al percatarse de que eran una carga "para el estado, para los médicos y para la sociedad entera". Helador. Quien tildó a este escritor de agorero sabe hoy que esto está pasando también aquí y más en Grecia, convertida hoy en un muerto viviente, en un cadáver a punto de ser arrojado a la morgue europea. "Qué más nos queda por ver", pregunta retóricamente un personaje al contemplar la estampa de las mujeres muertas. En un hotel de Madrid, de esos de recibidores en los que pasa la crisis, por los que pasean hombres con turbante y mujeres envueltas en pieles, Markaris responde: Aún queda, queda mucho.

De hecho, en el libro que ahora ve la luz hay que retrotraerse a un segundo estadío de la crisis: la vida se ha tornado más abrupta que en la primera novela pero aún no se palpa la desesperación generalizada que hoy existe en Grecia. La cita que abre el libro reza: "Grecia es un enorme manicomio". La pronunció el político Konstantinos Karamanlís, tío del ex primer ministro griego, que también gobernó el país, pero en los 70. Márkaris la explica:

- Karamanlís llegó al poder en 1975, fue el primer ministro tras la caída de la dictadura. Aunque era un político de derechas, intentó darle al país su primera constitución democrática, abolió la pena de muerte e integró a Grecia en el mercado económico europeo. Nunca le voté pero era un tipo muy listo. Al final de su mandato estaba tan desesperado con la resistencia a su política que acabó pronunciando esa frase. Hoy, más que un manicomio, Grecia es un país desesperado por encima de todas las cosas. Los griegos estamos enloqueciendo porque todo está cambiando radicalmente. En los 70 no, pero hoy sí hay motivos para la locura. Las señoras que se suicidan al comienzo del libro sufren lo que está pasando también en España: los recortes primero fueron al estado de bienestar, luego a la educación y finalmente a la cultura. Este es el procedimiento estándar, también en Alemania. Y Grecia empeora cada vez más, cada 15 días hay farmacias que no pueden dar medicinas a los jubilados o a los trabajadores porque la Seguridad Social no les reingresa el dinero de las recetas.

Cuando se lee a Márkaris, cuya escritura, por lo gráfico, es deudora del cine (no en vano fue guionista de Angelopoulos), el lector tiene la sensación de asistir a un documental rodado en tiempo real. Ha tenido la valentía de hacer literatura del presente, de escudriñar la crisis con el género negro como arma. En España, se le cuenta al escritor, casi nadie en narrativa ha tenido esa osadía. ¿Le están ayudando a él sus libros a explicarse lo que ha pasado y lo que está sucediendo hoy, tema que abordará en la casi culminada última parte de su trilogía?

Intento hacer entender dos cosas a la gente. La primera es que viven una vida desesperada y que deben entender por qué sufren; y la segunda es que lo que los políticos les están diciendo no es la verdad. En el último libro de Kostas Jaritos, que actualmente estoy terminando, tampoco hay lugar para la esperanza, porque si tuviera que dar una perspectiva esperanzadora tendría que empezar una trilogía nueva. Y entonces, quizás, en el tercer libro de nueva saga, acabaría encontrando algo de esperanza.

Si bien en la primera entrega Márkaris se centró en la perfidia de las grandes corporaciones bancarias y en cómo sus trampas empezaron a salpicar a los ciudadanos en el contexto de la Grecia preolímpica, en esta ocasión el libro otorga protagonismo a los individuos que de forma unilateral empezaron a sacar provecho de la crisis y de sus propios paisanos. Es más grave el asunto ahora, ¿no?

- Puede ser, creo que da esa impresión porque la vida en la segunda novela es más difícil que en la primera. Cuando escribí aquella, los griegos no estaban tan mal. La crisis se percibía pero en este libro Atenas es ya la ciudad oscura en la que se ha convertido hoy.

Y tan oscura, la narración es de una consternación y de un pesimismo que aquí todavía no somos capaces de imaginar, aunque nos va sonando. "Se desaconseja imitar los hechos narrados en esta novela", advierte el autor al comienzo. Márkaris asegura haber visto la viva imagen de Grecia en Sevilla el pasado mes de mayo, cuando se percató de la cantidad de gente que no tenía un techo bajo el que guarecerse. "España ya no está como Grecia hace cuatro años, está como Grecia hace 12 meses", sentencia tras haberse paseado por Madrid. Y en este mes de noviembre, ¿cómo está su país? ¿Qué imagen podría alegorizar la situación actual? Márkaris vuelve a helar cuando describe la pesadilla:

"Me despierto de madrugada, casi cada noche, entre las 3 y las 4 de la mañana, por un ruido terrible que oigo. Son inmigrantes rebuscando entre la basura para comer. Lo hacen por la noche para que no les vean los grupos de neonazis. Luego paran y vuelvo a dormirme, pero a las 6 me despierta el mismo ruido: son mis paisanos, los griegos, que aprovechan que las calles están desiertas, porque les da vergüenza buscar alimento en los contenedores.

Y a Kostas Jaritos, ese personaje chapado a la antigua, ralentizado y malhumorado, justo, perspicaz y comprometido que, se empeña en recordar, no es su alter ego sino los retales de varias personas conocidas. A él y a su familia, ¿Qué vida les espera?

- Jaritos ve a Atenas de la misma forma que yo. Mi hija me recuerda que se aburre de escucharnos las mismas bromas a los dos, pero somos diferentes. Su vida familiar es muy distinta a la mía, es mucho más parecida a la de mis padres. De hecho, su relación con su esposa es muy similar a la que tenían ellos. ¿Su futuro? Será más difícil en el siguiente libro, pero allí sucederá algo insólito. La esposa de Jaritos, Adrianí, la típica ama de casa griega y una mujer práctica que ya ha pasado por vicisitudes en la vida, reacciona y aprende a adaptarse.

- En el fondo, reaccionar es lo que nos queda.
- Sí, efectivamente, la gente tiene que aprender a reaccionar ante esta situación. Pero no de forma generalizada, cada grupo debe hacerlo a su manera. Adrianí no puede rebelarse de la misma manera que lo hace Katerina o la gente joven. Este será el tema principal de mi próximo libro. Si hay algo parecido a un mensaje esperanzador es que la gente va a llegar a un punto en el que sabrá que debe reaccionar.



Petros Márkaris - "Liquidación final"
Tusquets Editores
(Barcelona, 2012)
344 páginas - 19,00 €


Enlaces:
Márkaris bucea en el manicomio griego




lunes, 26 de noviembre de 2012

EL ACADÉMICO Y HELENISTA FRANCISCO RODRÍGUEZ ADRADOS GANA EL PREMIO NACIONAL DE LAS LETRAS


Francisco Rodríguez Adrados
(Fotografía: Efe/Esteban Cobo)

Experto en filología griega, el jurado destaca del profesor salmantino sus valiosas incursiones en la lingüística y en el estudio indoeuropeo.

Francisco Rodríguez Adrados ha sido galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas 2012. Concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y dotado con 40.000 euros, el premio distingue el conjunto de la labor literaria de un autor español cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual escrita en cualquiera de las lenguas españolas.

Según ha explicado el Ministerio en una nota de prensa, el jurado ha valorado «la obra científica del profesor Rodríguez Adrados, centrada en la Filología griega, con valiosas incursiones en el campo de la Lingüística y, en particular, en el estudio del indoeuropeo y del sánscrito. Sus aportaciones lingüísticas (lexicografía y gramática) son mundialmente reconocidas, así como sus rigurosos ensayos literarios sobre la tragedia, la fábula y otros géneros de raíz helénica. Su obra es también la de un humanista que bebe en las mejores fuentes y que es, a la vez, una de las voces más autorizadas en Europa como defensor de las Humanidades clásicas».

Biografía
Francisco Rodríguez Adrados (Salamanca, 1922) es doctor en Filología Clásica por la Universidad de Madrid y catedrático de Filología Griega en la Universidad de Barcelona y en la Universidad Complutense de Madrid. Es presidente de honor de la Sociedad Española de Estudios Clásicos y de la Sociedad Española de Lingüística. También es miembro de la Academia de Atenas, de la Academia Argentina de Letras y de la Academia de la Historia. Ocupa el sillón d de la Real Academia de la Lengua.

Lingüista y traductor, sus trabajos se han centrado especialmente en la lexicografía, las traducciones, la literatura y el pensamiento griego, la lingüística indoeuropea y griega, y la lingüística en general. Entre sus aportaciones al campo de la traducción cabe citar las versiones al castellano de la prosa de Tucídides y de Aristófanes.

Es director de las revistas «Emérita» y «Revista Española de Lingüística», de la colección de clásicos griegos y latinos «Alma Mater» que publica el CSIC. Colabora en los diarios ABC y El Mundo. Dirige el proyecto de elaboración de un diccionario de griego clásico y medieval por el que recibió el Premio de la Fundación Aristóteles Onassis en Atenas en 1989.

Desde: abc.es


martes, 20 de noviembre de 2012

ACHILEO VENDANDO A PATROCLO


SONETO XIX
Achileo vendando a Patroclo


Al fondo de una copa vi una escena
vieja como los siglos mas salvada
por juveniles brisas; fue pintada
por algún alfarero como antena

en que miráranse con faz amena
otros posibles héroes y anotada
vieran la íntima gesta inesperada
cuando entorno combaten por Helena.

Nada o apenas nada, una ternura,
entre rigor de dioses y elementos
atisbó el ojo artista y con premura

fijó la placidez de esos momentos:
vese al Peleida casi arrodillado
solícito a vendar al ser amado.


Juan Gil-Albert (1904-1994)
"Concertar es amor" (1951)




lunes, 19 de noviembre de 2012

NUESTRA MEMORIA PÓNTICA



 Para un griego contemporáneo el griego póntico no es una víctima del genocidio sino solamente un héroe de bromas estúpidas que provienen histórica y esencialmente de Turquía. En los libros escolares de Grecia no hay referencias reales al Helenismo del Ponto, como ha sido correctamente señalado por A. Pavlidis. Nuestros niños no conocen la belleza de los lamentos pónticos. No conocen las canciones acríticas porque nadie les enseña los datos históricos. Por otra parte, poco frecuentes son los expertos en el Ponto que lograron ocupar puestos en las universidades griegas. Y es que la estrategia del silencio actúa activamente. Dicho de otra manera: nosotros mismos reforzamos el genocidio de la memoria. Para un griego medio, los griegos pónticos son refugiados en pleno sentido del término. Sin embargo, este griego medio no se pregunta quién no es refugiado o descendiente de refugiado en Grecia. Esta simplificación de la cuestión póntica permite a muchos erradicarla de entre nuestros problemas nacionales. Existe ahora un marco muy positivo para la cuestión del genocidio a través de los problemas del reconocimiento de la República de Chipre, pero nadie lo valora eficazmente para la cuestión póntica. Especialmente en Francia y por toda la Unión Europea los armenios reclaman de manera dinámica sus derechos y el reconocimiento del genocidio como una condición sine qua non. Esto es un ejemplo creativo y aliado. Los genocidios de los armenios y de los griegos pónticos están históricamente relacionados, y reconociendo el uno se refuerza el reconocimiento del otro. Sin embargo, tienen que funcionar además en pareja ya que su objetivo es el mismo. Debemos estar unidos tanto en el presente como en el futuro a través de nuestro pasado. La protesta dinámica resulta imprescindible sobre todo en este periodo crítico para la Unión Europea en el que se inspeccionan los datos de Turquía. ¿Quién va a reclamar nuestra existencia e historia si no lo hacemos nosotros mismos? Si nos olvidamos de nuestra propia memoria y la convertimos en un chiste, ¿qué tribunal de derechos humanos vendrá a ayudarnos en nuestra lucha? No puede existir lucha sin memoria y educación. El elemento póntico no es un caso degenerado de la historia griega. La mención al Imperio de Trebisonda es suficiente para demostrarlo. Quien es consciente de ello puede luchar, pero ¿los demás? Los griegos deben conocer su historia si realmente quieren que el Helenismo moderno exista. Los griegos pónticos siguen hasta ahora cantando nuestra historia, pero ¿quién escucha su canción? Muchos de nosotros se han olvidado de los lamentos, los himnos, el genocidio. Sin embargo, unos pocos y las piedras siguen recordando. Su resistencia debe ser apoyada por las normas europeas, ya que las de Grecia no son suficientes, para ayudar a nuestra patria a posteriori otra vez. El Ponto no se ha olvidado de nosotros. Y nosotros no nos debemos olvidar del Ponto porque es un trozo de nuestra historia. Si lo olvidamos, nos olvidamos de nuestra existencia.
Nikos Lygerós


Traducción al español: 
Eduardo Lucena González y Olga Raptopoulou







sábado, 17 de noviembre de 2012

SORPRESA IV


Un año más, la plataforma artística ArtAZ ha invitado a 300 artistas a crear y donar una obra de arte para la exposición solidaria Έκπληξη 4. Todas las obras tienen el mismo tamaño y cada una de ellas se venderá al precio simbólico de 50 €. El dinero recaudado por la venta de estas obras se destinará al programa Klímaka, organización sin ánimo de lucro que se dedica a ayudar a los ciudadanos de Atenas que viven en la calle, los conocidos como sin techo.



Cada uno de los artistas participantes ha firmado su obra en el reverso de la misma, de modo que el visitante que la compre solamente conocerá la identidad del autor después de la adquisición, de ahí el nombre de la exposición: "Έκπληξη" ("Sorpresa").

La exposición está instalada en la Sala Kostís Palamás del complejo cultural Technopolis de Atenas, en Gazi, y puede ser visitada desde ayer, 16 de noviembre, hasta el domingo día 18. El mismo domingo, a las 12:00, comenzará la venta de las obras, que no finalizará hasta que hayan sido todas adquiridas. A continuación pueden ver algunas de las obras presentadas este año:


La Pasión Griega manifiesta su apoyo a esta iniciativa e invita a todos los lectores y amigos del blog residentes en Atenas a ser solidarios en estos tiempos duros con los ciudadanos más necesitados de la capital.


Enlaces:

Y aquí algunas imágenes de la exposición, cortesía de Ártemis Alcalay:



















miércoles, 14 de noviembre de 2012

GRECIA: EL ENGAÑO DE LA CRISIS Y EL RETO DE LA DEMOCRACIA


Grecia: el engaño de la crisis y el reto de la democracia
Jueves 15 de noviembre.
Salón de Grados, Facultad de Derecho. 
Universidad de Murcia - 19:00 horas

Pedro Olalla (Asturias, 1966) es escritor, helenista, profesor, traductor, fotógrafo y cineasta, y reside en Atenas desde hace dieciocho años. Sus obras literarias y audiovisuales que exploran y dan a conocer la cultura griega combinando elementos literarios, plásticos y científicos mediante un lenguaje marcadamente personal han ganado la estima de un público exigente y de prestigiosas instituciones como la Academia de Atenas, la Fundación A.S. Onassis o la Universidad de Harvard. Entre sus entre sus obras destaca el Atlas Mitológico de Grecia, la serie documental Los lugares del mito y su último libro Historia Menor de Grecia. Una mirada humanista sobre la agitada historia de los griegos (Acantilado, 2012). 

Otros actos con la presencia de Pedro Olalla:

Presentación del libro
Historia Menor de Grecia
Viernes, 16 de noviembre
19:30 horas - Museo de L'Iber
C/ Cavallers, 22
46001 - València 

¿Por qué Grecia? La fuerza del elemento griego 
en la conformación de la cultura
Sábado, 17 de noviembre
12:30 horas - Saló d'Actes Fundació Bancaixa Sagunt
"Casa Capellà Pallarés"
C/ Cavallers, 12
46500 - Sagunt (València)



Fotografía: Jordi Play



domingo, 11 de noviembre de 2012

DOS VECES EXTRANJERO


Dos veces extranjero fue una de las exposiciones que no quise dejar de ver durante mi reciente escapada a Atenas. La muestra se anunciaba en varias emisoras de radio de la capital y acudí al edificio central del Museo Benaki con la idea de que iba a contemplar una exposición fotográfica centrada en el intercambio de población que, como consecuencia del Tratado de Lausana, llevaron a cabo Grecia y Turquía en 1923. 

En realidad, la exposición  consistía en la proyección simultánea de varios documentales en un espacio absolutamente oscuro que obligaba al visitante a centrar su atención en lo que mostraba cada una de las pantallas. En cada uno de los reportajes, el visitante se encontraba frente a varias personas que relataban en primera persona terribles historias de separación, dolor y desarraigo; de sociedades disueltas de un plumazo, de abandono forzado e incomprensible de la tierra que durante generaciones había constituido su hogar y su patria. Muchos de ellos habían pasado, de repente, a ser extranjeros en su propia tierra y serían considerados también extranjeros e indeseables en la nueva patria de acogida.


El testimonio de una mujer expulsada del Ponto

Ciertamente, la exposición comenzaba con el intercambio de población entre Grecia y Turquía en 1923; pero otros documentales hablaban también del desplazamiento de poblaciones entre Polonia y Alemania tras el final de la II Guerra Mundial; entre la India y Pakistán tras la independencia de este último en 1947, para terminar mostrando testimonios del más reciente de los conflictos: la invasión de Chipre por el ejército turco y la posterior división de la isla.

Lo que me pareció realmente valioso de estos documentales (especialmente aquellos que abordaban los conflictos entre Turquía y Grecia) era el hecho de que mostraran testimonios de individuos pertenecientes a las dos comunidades. Especial impacto me causaron tanto las declaraciones de una familia turca que se había visto obligada a abandonar su hogar en Tesalónica como las de un greco-chipriota cuya familia había sido expulsada del Ponto en 1922 y, tras establecerse en Chipre, tuvo que abandonar nuevamente su hogar en el norte de la isla tras la invasión de 1974


Unas cortinas constituidas en pantalla de un documental

Un guiño a la reconciliación y a superar odios y rencores, especialmente dedicado a las nuevas generaciones, constituía una de las proyecciones que, enmarcada en un espacio formado por una hermosa alfombra oriental y vaporosas cortinas, narraba la historia (en griego e inglés alternativamente) de dos jóvenes amigas de Esmirna, una griega y otra turca, que se despiden en 1922, cuando la familia de la primera es obligada a abandonar la ciudad. Las dos realizan la promesa de volver a encontrarse allí en cuanto pase la guerra, pero el reencuentro no se producirá hasta varias décadas después, cuando la nieta de la joven griega visite la  İzmir turca y, siguiendo las indicaciones de su abuela, se encuentre, entre lágrimas de emoción, con la nieta de la amiga turca de su abuela. La misma emoción que encontré en los rostros de algunos visitantes de la exposición, posiblemente descendientes de aquellos griegos que fueron obligados a abandonar sus hogares en las tierras de Asia Menor hace ya 90 años. 

Proyección del documental "La Promesa"

Había también en el espacio de la exposición un árbol artificial de cuyas ramas colgaban fotografías de algunas de las familias que se vieron afectadas por aquellos intercambios de población. En esas mismas ramas podían los visitantes de la muestra colgar su opinión escrita sobre la misma. Una exposición que deberían ver todos los griegos, especialmente aquellos que, hoy en día, ofrecen su voto a formaciones políticas que basan su programa en la amenaza y el ataque a aquellos que han llegado al país desde otras tierras con la esperanza de encontrar una vida mejor.   


De un árbol artificial colgaban fotografías y mensajes

La exposición Dos veces extranjero está organizada, entre otros, por la Universidad de Oxford, el Museo Benaki de Atenas, el Museo Leventis de Nicosia y la Universidad  turca de Istanbul-Bilgi en colaboración con la Fundación A.G. Leventis, el Instituto Goethe, el Instituto Británico, el Palacio de la Música de Atenas, el Consejo Griego para los Refugiados y el Centro de Estudios de Asia Menor. Dos veces extranjero ya ha sido presentada en Estambul y Nicosia, y se presenta en Atenas, hasta el próximo 25 de noviembre, coincidiendo con la conmemoración de los 90 años de la Catástrofe de Asia Menor. Posteriormente, la muestra viajará a Estocolmo y Luxemburgo.

También en el marco de la exposición se organizan actividades como:
*Proyección de documentales a comunidades de refugiados.
*Un día dedicado a Dos veces extranjero en el Palacio de la Música de Atenas con conciertos sobre la música y las tradiciones de Asia Menor.
*Jornadas gastronómicas sobre la cocina tradicional de Asia Menor.
*La edición especial de un libro infantil que llevará por título La Promesa (Ediciones Potamós) que incluirá material fotográfico inédito. 


Dos veces extranjero - Museo Benaki
Koubari, 1 - Atenas
Tel.: 210 3671 015
Hasta el 25 de noviembre


Enlaces:


jueves, 8 de noviembre de 2012

LA VOZ DE SU AMO

Imagen de la manifestación de anoche frente al Parlamento griego
(Fotografía: Lefteris Pitarakis - AP)


Pedro Olalla. Atenas

Ayer por la noche, mientras más de cien mil personas nos manifestábamos bajo la lluvia y los gases lacrimógenos frente al Parlamento griego en contra del "nuevo paquete de medidas", el pleno parlamentario matenía el debate para su aprobación mediante procedimiento de urgencia. Si exceptuamos las acciones de un pequeño grupo de agitadores –fuertemente abucheados por la gran masa de manifestantes y "homenajeados" por las cadenas de televisión–, la protesta fue declaradamente pacífica. Fuera del Parlamento ardieron algunos contenedores de basura; pero dentro, ardieron, como vienen ardiendo en los últimos años, derechos, prestaciones, ahorros, bienes públicos y esperanzas vitales de los griegos.

Cerca de la medianoche, tras la votación nominal de los trescientos diputados, se procedió al recuento de los votos: 153 a favor, 128 en contra, 18 "presentes" y una ausencia. El "Marco de Estrategia Financiera a Medio Plazo" quedó aprobado. Acto seguido, mediante sendas notas manuscritas de Evangelos Venizelos y Antonis Samarás, se comunicó al presidente del Congreso que los diputados del PASOK y Nueva Democracia que, en el último momento, no habían votado a favor quedaban expulsados de sus respectivos grupos parlamentarios.

Toda una lección de democracia. Ni la nefasta marcha del país en los últimos años, ni el empobrecimiento progresivo de la sociedad griega, ni las más de cien mil empresas que han dado el cerrojazo, ni los miles de movilizaciones de protesta llevadas a cabo por los ciudadanos, ni el probado fracaso de las recetas aplicadas, ni las fundadas advertencias sobre su insconstitucionalidad, ni los coherentes argumentos presentados por voces discrepantes, ni las evidentes "fisuras" que empiezan a registrarse entre los más declarados defensores de la teología neoliberal, ni siquiera la honradez de cada diputado frente a su propia conciencia, pueden justificar ante este gobierno la "deslealtad al partido". PASOK y Nueva Democracia –eternos rivales del tradicional bipartidismo– votan SÍ como un solo hombre y expulsan a los disidentes. La infidelidad a las promesas y a los electores siempre es excusable; lo que es sagrado es la fidelidad a los amos. Y así lo han demostrado.

Por su parte, Izquierda Democrática, el tercer componente de este gobierno al servicio de intereses privados, ha jugado también con especial patetismo su papel de bueno en la farsa. Fingiendo con nula credibilidad durante las "negociaciones" con la Troika su postura de defensor de los trabajadores y de paladín del bien común, a la hora de votar no dijo ni que SÍ ni que NO: salvos dos honrosas excepciones, los dieciocho diputados restantes se limitaron a gemir "presente". No importa; Dante, que visitó el Infierno, nos dijo que a la entrada hay un sitio especial reservado a los medrosos y los tibios. "No hablemos de ellos: míralos y pasa".

Así pues, por la mitad más tres de los votos, quedó aprobada la nueva fase del "rescate". El plan para 2013 prevé nuevas "medidas de recorte" por importe de 13.500 millones de euros, cesación de 25.000 funcionarios más, mayor relajación de la legislación laboral, copago sanitario, nueva reducción de pensiones, incremento del índice de paro y aumento de la recesión. Del agresivo plan de privatización de bienes nacionales –que ya incluye hasta el agua–, el gobierno esperaba obtener 50.000 millones: ahora, se conforma con sacar 10.000, y repartidos a lo largo de los próximos cuatro años. Es decir, vendemos el país y el Estado a precio de ganga para obtener 2.500 millones al año; y entretanto, del préstamo de los 36.000 que vienen con el "nuevo paquete", 26.000 se irán directamente a "capitalizar la banca", sin pedirle siquiera garantías de que esos fondos se destinarán al crédito. Y suma y sigue.

La democracia sigue debilitándose, la política del establishment es tan sólo un negocio privado, y, tras la deplorable votación de ayer, Grecia da un paso más hacia una sociedad en ruinas a merced de sus acreedores.