martes, 2 de junio de 2015

"PEREGRINOS DE LA BELLEZA", DE MARÍA BELMONTE


Acabo de leer Peregrinos de la belleza. Viajeros por Italia y Grecia, libro que constituye el brillante debut literario de María Belmonte. La autora, incansable viajera y apasionada filohelena, revisa en esta su primera obra la vida de ocho personajes, ocho hombres que, pese a haber existido en épocas diferentes, sintieron todos la magnética e irresistible llamada del sur de Europa, cada uno de ellos por diferentes motivos. Unos pretendían embriagarse de belleza a través de la contemplación de los lugares y las ruinas de la Antigüedad y pisar las tierras en las que germinó la cultura occidental; otros, atraídos por la luminosidad y la bonanza del clima, dejaron atrás sus patrias brumosas y se asomaron a las costas del Mediterráneo en busca de regeneración corporal y espiritual; y no fueron pocos los que llegaron al sur para vivir relaciones y amores que, con toda certeza, habrían sido censurados y condenados por la estricta moral imperante en sus países de origen.

La primera parte del libro está dedicada a los cinco personajes que visitaron las tierras de Italia, mientras que por la segunda desfilan las vidas de cuatro enamorados de Grecia. El primero de los nueve es el alemán Johann Winckelmann, arqueólogo e historiador del arte, que hizo resurgir el interés por la antigua Grecia e instauró el movimiento neoclásico. La autora nos acerca en segundo lugar la figura de Wilhelm von Gloeden, fotógrafo alemán establecido en Taormina, bien conocido por sus fotografías de jóvenes sicilianos imitando en sus poses a las esculturas de la Antigüedad clásica. A continuación se nos presentan las figuras del médico sueco Axel Munthe, enamorado y benefactor de la isla de Capri, y de los escritores ingleses D.H. Lawrence, en plena peregrinación salvaje, y Norman Lewis, fascinado por Italia y muy especialmente por Sicilia. Por el lado filoheleno, Belmonte narra con pasión y viveza las andanzas griegas de Henry Miller, autor de ese libro indispensable en la biblioteca de cualquier amante de Grecia que es El coloso de Marusi;  el gran Patrick Leigh Fermor, de cuyo paso por Creta durante la Segunda Guerra Mundial ofrece un detallado relato; el arqueólogo y escritor norteamericano nacionalizado griego Kevin Andrews, testigo de excepción de los acontecimientos del Politécnico de Atenas en noviembre de 1973 y, por último, el islomaníaco Lawrence Durrell y sus días en Corfú, Rodas y Chipre.

María Belmonte afirma en su libro: “cuando sigo las huellas de un personaje que me es querido, el viaje se transforma en una especie de peregrinación a los Santos Lugares.” Y, ciertamente, al final de cada semblanza, la autora regala al lector un breve  y encantador relato de su visita a los lugares más significativos en la vida de los personajes escogidos. Es una delicia leerlos todos aunque, por motivos personales, leo y releo con deleite la narración de su paso por Corfú tras las huellas de Durrell.

Peregrinos de la belleza es un libro magnífico al que uno le toma cariño no solo por la temática sino también por el buen hacer narrativo de su autora. Es uno de esos libros que siempre tendré cerca y que, a buen seguro, será compañero de viaje en próximas escapadas o, mejor dicho, en próximos peregrinajes por las luminosas tierras de Italia y Grecia. 
E.V.

Colección El Acantilado, 309
ISBN: 978-84-16011-51-3
320 páginas - 20 €